¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto simpatía y tanta empíreo como Tú consagras a tu inmarcesible Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi muerte. Esta Gracejo te la pido igualmente para los pobres https://ragingbookmarks.com/story17442360/fascinaci%C3%B3n-acerca-de-oraciones-simples